Fase 1: ¡Dar gracias! Cosechar es ambos una relación de dar y recibir; tanto de lo que cosechas depende en lo que inviertas al jardín. Dar gracias a la abundancia en cualquiera manera que a ti te hace sentido y compartir lo que te sobra.
Fase 2: ¡Cosecha lo que siembra! Coseche verduras de hoja verde como col rizada, lechuga, y acelgas con un cuchillo afilado para cortar las hojas exteriores en la base de la planta. Deje suficiente hojas para que la planta pueda continuar regenerándose.Coseche las frutas perennes girando suavemente la fruta del tallo. Si esto no es posible, use unas Tijeras afiladas para cortar la fruta justo por encima del tallo. Coseche las flores cortando o pellizcando justo debajo de la cabeza de la flor. Para las hierbas, cosecha el tallo para un secado más fácil.
Fase 3: ¡Procesa la abundancia! Separe las raíces como los nabos, remolachas, zanahorias, y rábanosde sus hojas cuando las almacenes. Esto prolonga la vida de la raíz. La mayoría de las frutas y verduras se mantienen más frescas si esperas para lavarlas hasta justo antes de comer. Con la excepción de tomates y fresas, almacene tus frutas y verduras en el refrigerador hasta que estés listo para prepáralas. Al secar hierbas y flores comestibles para medicamentos, te o condimentos, asegúrate de proporcionar suficiente circulación de aire para evitar el moho y mantenerlas alejado de la luz solar directa para retener la potencia. Una vez seco, guárdelas en frascos de vidrio o bolsas plásticas y úselas dentro de un año para obtener el mejor sabor.
Fase 4: ¡Disfruta tu cosecha! Seas creativo en la cocina por vapor o saltear las hojas de remolacha y nabo. Los verdes de rábano son comestibles, pero su textura los hace menos deseables. Las verduras de zanahoria también son comestibles y te las puedes disfrutar en salsa de pesto o chimichurri. Agregue hierbas secas y pétalos de flores comestibles a la sal de mesa para un condimento más emocionante, o haga tu propia mezcla de té con hierbas que te encuentres en el jardín.